La ciudad también ofrece muchas opciones, además en las más grandes, suelen estar más vacías en los meses de verano y se pueden disfrutar más con los niños:
Visitar museos.
Hacer rutas turísticas.
Ir cada día a un parque diferentes.
Hacer un picnic en un parque.
Cambiar las perspectivas habituales visitando un mirador en lo alto de un edificio.
Visitar un zoo o parque de atracciones si está cerca.
Hacer dibujos con tiza en la acera.
Jugar a la rayuela.
Enseñarles a orientarse con un mapa.
Hacer un tour en autobús.
Ir a un cine de verano.
Visitar los pueblos de alrededor.
Hacer un circuito de motricidad con los propios elementos de la calle (bancos, poyetes, escaleras, etc.).
Hacer un Scape Room.
Asistir a espectáculos al aire libre.
Asistir a un cuentacuentos.